La ComicCon es la fiesta de la cultura pop. Aquellos que asistieron al predio de Costa Salguero el pasado 25,26 y 27 de mayo fueron testigos de la reunión en comunidad del mundo del comic, las series, películas y el Cosplay como no se puede disfrutar en otro lugar del país. La convención es una celebración de todos aquellas formas de entretenimiento que alegraron nuestra infancia tanto como nuestro presente. Hurgando en las bateas de comics jóvenes, y otros no tanto, pueden encontrarse con sus héroes favoritos mientras caminan por los pasillos los personajes de nuestros sueños y algunas pesadillas.
Además de sorpresas y nuevos contenidos, quienes visitaron la Convención pudieron disfrutar de variadas actividades: los paneles con invitados nacionales e internacionales en el Escenario Principal, conferencias, talleres y presentaciones en el Auditorio, actividades de meet&greet y photo opportunity. Más de 150 stands incluyendo los principales estudios de cine y tv, diferentes muestras y exhibiciones, experiencias interactivas, área gaming, Cosplay, el Artist Alley en donde exponen y venden los principales artista de cómics profesionales, tanto nacionales como internacionales y una amplia propuesta gastronómica.
Este año la ComicCon contó con invitados de lujo. La estrella del festival fue el actor Danny Trejo, conocido mundialmente por Machete, la reivindicación al héroe de acción en clave latina. También, estuvo en Buenos Aires la hermosa Nathalie Emmanuel, actriz británica que roba suspiros encarnando a Missandei, la asistente de Daenerys Targaryen en la exitosísima serie Game of Thrones. Se divirtió con el público el brasilero Rodrigo Santoro, rostro que se hizo famoso al interpretar al villano Xerxes en las dos entregas de 300 y que hoy en día aniquila pueblos como el bandolero Hector Escaton en la serie Westworld de HBO. Por último, los gritos embelezados de fanáticos en primera fila fueron el marco de presentación de Jaeden Lieberher quien pasó al estrellato interpretando a Bill en la aclamada IT (2017) pero que ya venía haciendo carrera en películas como St. Vincent y en la notable Midnight Special de Jeff Nichols.
El evento es un espacio donde los grandes estudios y canales buscan acercar sus contenidos al público y fanáticos. Lo primero que uno ve al ingresar al pabellón central es una gran iglesia, custodiada por cowboys y campesinas en el marco de la campaña de la nueva temporada de Westworld. Como la ComicCon es la coexistencia de universos cinematográficos y televisivos tan dispares como fascinantes, al lado se encontraba el enorme stand de Disney que, junto con PIXAR y MARVEL, acercaron imágenes y actividades de la película de Han Solo y el esperado lanzamiento de Los Increíbles 2. Completaron el stand la promoción de Ant-Man & The Wasp y la segunda parte de la maravillosa Wreck-it Ralph. La película en solitario de Venom también tuvo su lugar en el espacio de Sonny buscando atraer a los fanáticos del villano de Spiderman mientras los más chicos pudieron acercarse a conocer a los personajes de Hotel Transilvania 3. WarnerBros Television desembarcó con The Big Bang Theory y el spin-off Young Sheldon promoviendo contenidos y actividades a los seguidores de la sitcom nerd. A nivel nacional se destacó la promoción de Capitan Menganno, película sobre un superhéroe argentino protagonizada por el Puma Goty.
El mundo gamer tuvo su propio pabellón en la convención donde cantidades de chicos se agolparon ante las diferentes propuestas. Fue posible probar el nuevo FIFA 2018 o jugar al Farcry 5 y, también, matarse a tiros en el adictivo Overwatch. Una enorme pantalla permitió admirar las habilidades de aquellos que se enfrentaron al Just Dance 2018, un juego de baile en el que hay que mover el cuerpo para copiar la coreografía a la perfección. Así mismo, la gente pudo acercarse a dibujantes e ilustradores y llevarse a casa una obra autografiada. Este año se destacaron de entre los invitados Emiliano Urdinola, Exequiel Roel, Fernando Melek, Franco Viglino, entre muchos más.
La billetera temblaba ante la inmensa propuesta que había en merchandising. Desde las varitas mágicas y las bufandas de Hogwarts en el stand de Harry Potter, pasando por la colorida memorabilia de Rick and Morty, libros y vestimenta Game of Thrones, hasta infinidad de remeras de Marvel, Dragon Ball y DC. No hay que pasar por alto la invasión de los muñecos cabezones FUNKO que abarrotaron las estanterías. Todo el mundo puede encontrar algo de su película o serie favorita para llevarse a casa.
Pero lo mas admirable de la ComicCon no son las titánicas campañas de marketing de los tanques de Hollywood que tratan de atraer futuros espectadores y consumidores. Lo que realmente llama la atención de este evento es su gente. El amor que tienen los concurrentes por las películas e historietas no tiene parangón. Es imposible caminar sin cruzarse con dos o tres Deadpool, de artesanal factura pero corazón noble. Chicas disfrazadas de sus manga favoritos pululan por los pasillos vistiendo sus atuendos coloridos y surrealistas entre varios Spiderman, Stormtroopers y el mameluco de La casa de papel. El Cosplay es la actividad número uno del evento en la que decenas de personas asisten disfrazados haciendo de la representación de sus personajes favoritos un modo de vida y un hobby a tiempo completo. El concurso de Cosplay reunió a fanáticos que vestían trajes construidos por ellos mismos con una dedicación admirable. Desde videojuegos, superhéroes, manga y caricaturas, todos tienen la oportunidad de presentarse al público que vitorea desenfrenado ante la performance y coreografías en el escenario. Algunos juegan a vestirse de personajes y muchos otros completan el ensueño sacándose “selfies” que vivarán eternamente en internet.
La ComicCon debe ser lo mas cercano a Disney, a ese mundo de fantasía donde lo real y lo ficticio conviven bajo el mismo techo, hermanando comics para adultos con películas para niños, manga con series de televisión. Todos tienen la oportunidad de encontrar al personaje de sus sueños y llevarse a casa merchandising que inmortalice la ilusión por siempre.
¡Que lindo es ser nerd!
Fotos: Ezequiel Fernández