Adicionalmente al trabajo de Marketing de Entretenimiento que damos regularmente en Showbeast a la industria del cine (que encuentran en posts como éstos) , también hemos tenido la oportunidad de hacer equipo con muchos proyectos dentro de la industria del teatro en México. Obras de todos los tamaños y géneros han caído a nuestras manos, pero al igual que con el cine, el teatro comercial tiene por su obvia naturaleza una exposición y un alcance mayor con oportunidades más amplias de colaborar con ellos de varias maneras.
En este caso, en la puesta en escena de la exitosa obra El Joven Frankestein, que llegó a México vía la co-producción de Ocesa, Gou Producciones y el talento de los Mascabrothers pudimos colarnos hasta la cocina colaborando también en un área inusual: la escenografía.
Al enterarme en agosto del 2015 que Freddy Ortega de los “Mascas” -y también cliente regular en Showbeast-, estaba trabajando en la adaptación a la obra de Mel Brooks para Gou y Ocesa, los contacté para ver el chance de integrarme al equipo en esa etapa primigenia del proyecto.
Ya subidos al proyecto recibí una llamada interesante por parte dePepe Valdés, el Director Técnico del proyecto: resulta que al basar esta puesta en la producción de gira, muchos materiales físicos de la escenografía que venían de Argentina llegaron parcialmente destruídos a la CDMX, y por lo tanto inutilizables.
El estilo de escenografía de El Joven Frankestein dicta que la dirección de arte debe ser “oldie”, al igual que la película (filmada en glorioso Blanco & Negro) que pretende ser un homenaje a las películas de monstruos de la Universal de los 30s–50s.
Entonces, muchos de los bastidores y trastos que se usan en las puestas en escena son en la técnica de “tela pintada”. Por lo que son piezas únicas e irrepetibles, sin respaldo de ningún original digital que sirva de back up en estos casos. Ahí es donde entró Showbeast.
Ya trabajando de la mano con Emilio Martínez del estudio escenográfico deSergio Villegas, me fueron proporcionados todos los planos y referencias de las piezas a rescatar, léase diseñar de cero para efectos de realizar una nueva impresión en tela (ya no se usaría pintura directa más).
El reto más grande, el pueblo y su castillo.
Armado de varias piezas, desplegado en varias varas del teatro, el pueblo de Translyvania era la mayor preocupación de los escenógrafos. Con la época decembrina del 2015 y sus días feriados en el horizonte, el tiempo corría en nuestra contra para producir estas piezas.
Acá no había que descubrir el hilo negro, la premisa era simple: que funcionara dentro de las especificaciones técnicas necesarias y que se mezclara de manera seamless con el resto de las piezas de la obra. Es decir, al contrario de mucho de lo que hacemos, acá mientras menos protagonista fuera el arte, mejor. Estas piezas son solo algunos de los engranes de una maquinaria mucho más grande.
Una vez con todos los planos y las referencias en nuestra cancha, tuvimos que tocar base con Armando Reyes, co-productor y encargado también de la Dirección de Arte y Vestuario, para asegurarnos que estábamos en línea.

Una combinación de Photoshop y Painter fueron necesarios para tener el texturizado necesario. La libertad que nos dio Emilio Martínez y el equipo creativo fue “hacer nuestras” las piezas, dotándolas de detalles que, por su naturaleza, las pinturas originales no tuvieron nunca.
Tomando en cuenta que estas impresiones serían de varios metros cada una y gracias a la perspectiva forzada, necesitábamos de una variedad de recursos fotográficos y texturas para armar cada parte del pueblo.
Así nos hicimos de una galería de texturas y modelos 3D, además de una amplia librería de fotos de stock y hasta la ocasional foto personal de vacaciones para armar lo necesario.

Todavía el 27 de diciembre del 2015 se trabajaba casi a marchas forzadas para lograr la impresión y montaje de todos los trastos del pueblo y castillo, ya en el interior del Teatro Aldama.
Cableado y colocación de lumbreras fueron requeridas para darle vida a algunas de las ventanas.
Adiós navidades y año nuevo para muchos involucrados en la producción.
Prueba superada. Ahora, la Academia y Municipalidad.
Después de haber librado la urgencia del diseño, producción y montaje del pueblo y castillo de Transylvania, el resto de las piezas se hizo a principios del 2016 ya con vistas al estreno en Febrero.
Los trastos pertenecientes a las escenas de la academia y municipalidad fueron las siguientes que se atacaron. Acá la gran ventaja es que eran piezas muy específicas, como los pizarrones y los cuadros de los supuestos Zares y oficiales del pueblo.


Clavados en la textura.
Una galería de texturas fueron requeridas para realizar cada una de las piezas según su función en el contexto de la escena.
La génesis de la campaña gráfica.
El reto de cualquier proyecto de mercadotecnia de entretenimiento esempaquetar lo antes posible el proyecto para que su identidad gráfica sirva para sus fines comerciales. Búsqueda de patrocinios, impresión demerchandising, convenios con boleteras como Ticketmaster, preventas, co-promociones con bancos y organizaciones dependen de estos materiales con meses de anticipación, donde la mayoría de las veces no hay “producción” fotografiada, elenco contratado y mucho menos vestuario producido para tal efecto.