Está llegando una nueva edición del Buenos Aires Rojo Sangre, el más novedoso y atrapante festival de cine de género de la ciudad. Desde el 29 de noviembre hasta el 9 de diciembre podremos ser testigos de una programación tan única como disparatada.
Este año, el Multiplex Lavalle (Lavalle 780) y el Multiplex Belgrano (Vuelta de Obligado 2199) serán las sedes que congregarán a cientos de espectadores hambrientos de cine terror, bizarro y ciencia ficción. El festival cuenta con variadas secciones como la Competencia Internacional, Latinoamericana y Argentina. Los cortometrajes ocupan un lugar de peso en la programación con diferentes con ternas en competencia y el desafío «Fin de Semana Sangriento». Las entradas tendrán un costo de $70.
Entre los títulos que más entusiasman a los amantes del género se destacan Mandy (Panos Cosmatos), la joya del año protagonizada por Nicolas Cage, St. Agatha dirigida por Darren Lynn Bousman (Saw II, III, IV) y el monstruoso delirio kaiju de Tetsudon 4 Kaiju Dream Match.
El cine de terror local pisará fuerte en esta edición con películas muy esperadas para la cartelera porteña: Abrakadabra, un giallo hecho y derecho de la mano de los hermanos Onetti y el regreso de Pablo Parés, compartiendo la silla de director con Daniel de la Vega, en Soy Tóxico. Los fanáticos de la Star Wars no deben dejar pasar la oportunidad de ver Star Wars: Goretech (Germán Magariños) en pantalla grande, una parodia que lleva a la polémica más allá de los límites imaginables, como lo hizo Malvinator el año pasado. Su director, vuelve esta edición con una de brujas y magia negra titulada El llanto de la ninfas (Eduardo Peduto y Pablo Marini).
Completan la programación numerosas actividades especiales como «Aventuras y desventuras en el mundo de los VFXs», “Cómo crear un monstruo y no morir en el intento”.charlas sobre el giallo y la historia del cine de terror, workshop de maquillaje y la presentación del Libro de oro de Cinefanía “Horror (1895-1968)”. Atentos, algunas de las charlas requieren inscripción previa.
Una buena oportunidad para dejar el control remoto, por un rato, y animarse a entrar al fabuloso mundo del BARS, donde lo viscoso y lo sangriento no son mala palabra.